La laguna Blanca Grande se encuentra en el partido de Olavarría a unos 420 Kms de Capital Federal por rutas 205 y 226, a unos 75 Kms de Olavarría, a unos 30 Kms de Bolívar y a unos 370 Kms. de Mar del Plata. Es un espejo casi redondo de unas 450 hectáreas en su cubeta original que hoy ronda las 600 y con una profundidad media de 80 centímetros con una máxima de 1,80 metros.
La laguna Blanca Grande tiene una compuerta que regula su nivel con el arroyo Las Flores. Su afluente es el arroyo Brandsen. De costas con suaves declives y algunas barrancas de tosca, tiene algunas bahías con desplayados y algunos juncales. Montes costeros para sombra y reparo, de fácil acceso en general. Tiene un muelle y un puente sobre el único afluente: El arroyo Brandsen y otro sobre el arroyo Las Flores que también tiene una compuerta para regular el nivel de agua.
En el lugar hay habitaciones, bungalows y casas de socios como así también un camping en la laguna. Hotelería alternativa en Bolívar. Cantina y proveeduría en el Club. Naftas en Bolívar. Le cobran la entrada por persona (no socio) que da derecho a acampar. Tiene vigilancia permanente que aleja al furtivismo. Se resiembra periódicamente desde una estación hidrobiológica que pertenece al Club y que se encuentra a la vera de la misma laguna lo que la mantiene muy bien poblada. El pejerrey es robusto y vigoroso. Hay millares de dentudos muy activos hasta las primeras heladas.
Hay bahías con juncales y limpiones que tientan al lance de costa y que pueden vadearse muy cómodamente para intentar pescar tanto el pejerrey como la carpa en temporada. El Club posee unas muy confortables instalaciones y cuenta con muelle, bajada de cemento, cantina, fogones, quincho, kiosco, proveeduría, salón de fiestas, baños limpios, juegos para chicos, cancha de fútbol, alojamiento en habitaciones nuevas para cuatro pescadores a un precio que no va a creer, o casas de los mismos socios que se alquilan, amplios lugares de sombra y reparo, y muchas cosas más que quién no sea pescador también disfrutará.
Esta es una laguna ideal para obtener pocos pero grandes ejemplares de pejerrey, que en muchos casos llegan a los dos kilogramos. Se debe actuar embarcado, navegando con motores eléctricos, ya que los fuera de borda están prohibidos para evitar cualquier forma de contaminación en sus aguas. La pesca se realiza en el medio de la laguna, en los juncales que la rodean y en la desembocadura del arroyo Brandsen, que es el afluente principal del espejo.
La primavera es una transición del frío al calor, por lo que resulta una estación muy difícil para pescar. Y esto no afecta a los que recién empiezan sino a todos los pescadores en general. La llegada de los primeros calores da origen a progresivos cambios climáticos que influyen también en los comportamientos del pescador. A diferencia de las crudas condiciones que se dan en el invierno, con temperaturas inferiores a los 0º C, ahora sí el pescador encuentra eco para practicar su deporte favorito acompañado de su familia y amigos.
Atrás comienzan a quedar los fuertes vientos y los fríos del invierno. Y esto implica que especies como el pejerrey abandonen los tradicionales pesqueros, que a partir de ahora serán ocupados activamente por las especies de verano. Entre ellas, la tararira es la reina de todas las lagunas, ríos y riachos de la provincia de Buenos Aires.
Esta deportiva y cotizada especie es capturada no sólo con carnadas naturales, sino también con otras modalidades. Se destaca el spinning , que consiste en imitar con señuelos artificiales la natación o el desplazamiento de pequeños peces. Para ello se utiliza una caña de una mano de dos tramos, un reel frontal chico cargado con un nailon no mayor a los 0,30 milímetros y un pequeño leader de acero antes del señuelo, para evitar que el pez, con sus dentelladas, logre cortar la línea una vez clavado.
La lista de señuelos utilizables resulta interminable, ya que nuevos y distintos modelos aparecen al inicio de cada temporada. Pero en la valija de cualquier pescador de tarariras no deben faltar señuelos de superficie y media agua, como así también cucharas ondulantes y giratorias que se encargan de irritar con su paso al pez y actúan en zonas más profundas.
Cazadora por naturaleza, ataca todos los artificiales que el pescador le presenta, incluso insectos, por lo que también es posible pescarla con moscas en la modalidad fly cast . Para ello se utilizan líneas de flote con pequeños streamers o poppers que imitan pequeños peces que se desplazan con dificultad por la superficie del agua. Si se los trabaja correctamente, son atacados rápidamente por las tarariras que merodean el lugar.
La tararira es la especie típica del verano y es la provincia de Buenos Aires su lugar preferido. Activa en casi todas las lagunas de la provincia y a lo largo de toda la cuenca del río Salado, donde comparte territorios con la lisa, se la puede capturar incluso en afluentes y desbordes de pequeños canales, resultando su pesca la gran atracción de la temporada.