Durante la salida en donde nos encontramos inmersos en un universo verde, un laberinto infinito que solo los baquianos pueden transitar sin perder el rumbo, allà en donde nos empequeñecemos ante la magnificencia de la naturaleza plena. Es allà hacia donde nos dirigimos para intentar practicar nuestro exquisito deporte, el intentar tentar a los dorados con equipo de mosca.
Llegamos a la ciudad de Mercedes, ponemos combustible y recorrimos los escasos kilómetros que nos separaban de la estancia del Señor Luis que nos recibió en sus confortables instalaciones; cenamos y con la charla surgieron fotos de gigantescos
Al despuntar el dÃa ya estábamos en marcha, luego de un buen desayuno nos acomodamos en las lanchas de siete metros especialmente equipados para la pesca con plataformas de lanzamiento en donde los enredos no nos causan dolores de cabeza, motores eléctricos para realizar los últimos tramos sin alterar a los peces.
Por fin: a la pesca, retiramos las cañas de los tubos, las armamos a toda prisa, colocamos los reels, enhebramos la lÃnea, mosca a la punta del leader,, falso cast y al agua.
Comienzo a recoger con los tÃpicos tirones, no habÃa traÃdo ni diez metros que siento como si algo desde lo más profundo se empeñase en quitarme la caña de las manos, un escalofrÃo recorrió todo mi cuerpo y afirmo la caña con todas las ganas, corrida frenética y la tranquilidad del medio es interrumpida por los saltos de este inquieto dorado, el desenlace fue feliz realizando el arrime con sumo cuidado desprendo al pescado que en cuestión de segundos es nuevamente pez, libre en su medio.
Los dorados de la zona difieren de los del Paraná ya que estos poseen una pigmentación amarilla fuerte con un tono verde oscuro, casi negro, en el lomo lo que les da a, mi modesta interpretación, una gran belleza, pudiendo disputarle en belleza a la trucha más pintada; mientras que sus primos del Paraná son de un color amarillo sulfuroso.
Nuestras capturas oscilaron entre los tres y los seis kilogramos aunque en la zona es común cobrar ejemplares mucho mayores. Es muy importante la cantidad de peces que hay en la zona, el pique es constante casi sin interrupciones y dos pescadores cobramos en una sola jornada más de veinte ejemplares, los dorados están por doquier y al avanzar la lancha se ven los lomos de los dorados huyendo hacia las zonas más profundas dejando una inconfundible estela. La biodiversidad de la zona es incomparable en cuanto a los peces podemos encontrar además de dorados, palometas, sábalos, surubiés, pacú, bagres amarillos, dientudos y hasta los extraños San Antonio casi todos cobrables con mosca; en cuanto a fauna hay una inmensa cantidad de yacarés, carpinchos, ciervos de los pantanos y un sin fin de aves.
Combinando todos estos factores seguramente pasarán una gran jornada de pesca como la que vivimos nosotros en ese magnÃfico entorno en donde nos espera el mejor de todos los anfitriones: la naturaleza en su mayor expresión.