Itá Ibaté por sobre todo, es un lugar que ganó fama por la pesca de los dos gigantes del río: el dorado y el surubí. Pero sus calles de tierra y sus exuberantes paisajes guardan otras sorpresas para el visitante. Antiguas casonas del siglo XIX, largas playas de arena y agrestes barrancas cubiertas de verde son sólo parte de las imágenes que puede regalar este pequeño pueblo ubicado a orillas del río Paraná, a 170 km de la dudad de Corrientes.

Itá Ibaté es una excelente opción de pesca en el Alto Paraná: ubicado a muy buena altura en relación al río, está a salvo de las crecidas y de las consecuencias de las inundaciones. El poblado tiene, apenas, unos 3 mil habitantes. Las calles arenosas y tranquilidad pueblerina es lo que el visitante encuentra al llegar a esta pequeña villa turística que ganó fama gracias a la pesca del dorado y el surubí. También, de especies muy combativas como boga, pacú, manduré, corvina y patí.

El paisaje de Itá Ibaté es agreste y bello, especialmente en sus altas costas. Las canchas de pesca son muy conocidas por la calidad de las piezas cobradas. Con carnadas vivas o con señuelos, la zona de Itá Cora da surubíes y dorados de buen porte.

Las dos especies ofrecen una dura, tenaz resistencia a los pescadores, las zonas costeras de Itá Ibaté, generalmente barrancosas, permiten también obtener muy buenos pacúes y bogas, utilizando maíz cocido como carnada.

Otras especies también brindan un buen entretenimiento a los pescadores que llegan hasta aquí para, caña en mano, relajarse. Pese a tratarse de un lugar pequeño, Itá Ibaté tiene una muy buena oferta turística. Cuenta con modernas cabañas y hoteles, que, entre sus servicios, incluyen guías de pesca, alquiler de embarcaciones, malacates, venta de carnadas y buena gastronomía. Y todo a precios razonables.

Para quienes buscan el sabor de la vida natural, también hay un camping, al borde de las altas barrancas. Pesca, deportes. náuticos, turismo aventura, safaris fotográficos y paisajes para disfrutar a pleno, allí donde el río Paraná puede verse de otra manera, increíblemente brillante.

Desde Itá Ibaté puede hacerse una escapada a Itatí, centro de la devoción católica de todo el norte Argentino y al que llegan cada año miles de peregrinos para rezar en la Basílica de Nuestra Señora de Itatí. Sus construcciones centenarias y el museo de los promeseros son los principales atractivos de este pueblo de calles arenosas y postales pintorescas.

Pero Itatí, ubicada sobre la ribera del río Paraná; a 70 kilómetros de Ita Ibaté, no sólo es un centro de atención por el turismo religioso, sino además por sus excelentes pesqueros. Algunos la llaman el "paraíso de la boga", especialmente en esta época del año. Una opción más para disfrutar de esta zona de Corrientes donde los paisajes, la pesca, las tradiciones y sobre todo el río llaman a volver una y otra vez.