La ciudad de Paraná esta bordeada por el ancho y majestuoso río homónimo, su zona costera se extiende a lo largo de varios kilómetros para regalarles a los pescadores la posibilidad de capturar diversas especies apostándose con las cañas y esperando el ansiado pique. Algunos de los sitios indicados para disfrutar de esta modalidad son Bajada Grande, Ex - Fábrica de Cemento, Puerto Nuevo, Puerto Sánchez, Complejo Thompson, Toma Nueva, Toma Vieja, y el Parque Costero.

Para quienes prefieran la pesca embarcada, el río Paraná también satisface estas exigencias: proponiendo recorridos en lancha, que permiten obtener mejores resultados, cuenta con el plus de sumergirse entre postales isleñas que desbordan de hermosura y serenidad.

Estas aguas resultan tan atractivas debido a la nutrida fauna que las transita: especies como boga, surubí, dorado, sábalo, pejerrey, tararira, patí, bagre amarillo, lenguado, armado, manduvé, manduyá, moncholo y salmón o pira pitá, confluyen en este “pariente del mar” para asegurar una experiencia inolvidable.

A las condiciones naturales que esta ciudad regala para asegurar una excelente jornada pesquera se suman todas las comodidades y servicios: clubes de pesca; bajadas de lancha; guardería náutica; excursiones y campamentos de pesca; guías; y todos los elementos necesarios para disfrutar de jornadas al aire libre.

Una opción convocante la constituye una travesía de pesca por el río hasta la ciudad de La Paz. Son 168 kilómetros de itinerario acuático en el cuál se disfrutará de dos días de aventura pesquera, de la mano de profesionales.

Amarillos y patíes: es efectivo el uso de lombrices, tripa de gallina o trocitos de sábalo.

Armados: el pan con mostaza enganchado al anzuelo con una bandita elástica constituye todo un artificio de expertos.

Manduvíes: las mojarras son la mejor carnada para la captura de esta especie.